La ansiedad, conocida como la enfermedad de las preocupaciones, es un tipo de respuesta ante una situación estresante, y una de las emociones más comunes entre los humanos. Sólo nos damos cuenta de ella cuando se vuelve patológica.
Se caracteriza por elevar el nivel de activación físico y psíquico para afrontar una situación que es percibida como peligrosa.
Las sensaciones características son la angustia y el miedo. Es también una función protectora común a todas las especies.
En una etapa temprana del desarrollo humano, el miedo funciona como una señal de alarma interna que nos evita asumir riesgos que pondrían en peligro nuestra existencia. De esta forma la ansiedad, común a todos los humanos es, hasta cierto punto, adaptativa. Cuando el nivel de activación excede lo tolerable para el individuo, se convierte en malestar y adquiere un valor patológico.
La ansiedad, al igual que la depresión puede producirse por múltiples factores, y a la vez se encuentra asociada a diferentes patologías, lo cual dificulta su definición.
La ansiedad es una reacción fisiológica y psíquica ante situaciones estresantes, es decir situaciones en las que uno percibe que no dispone de los recursos necesarios para resolver el problema que se presenta. Es importante aclarar que la reacción ansiosa no surge ante la situación real, sino que es una reacción ante la forma que uno percibe esa situación, es decir, que no es una reacción ante la realidad, sino ante la interpretación que uno hace de ella.
Por ejemplo: Marta tiene que dar una exposición en el colegio, tiene bien aprendida la lección, pero le preocupa ponerse colorada y trabarse y que todos se rían de ella, no puede dormir por la noche. Por la mañana antes de ir al colegio siente fuertes palpitaciones en el pecho, calor y mareos. Su madre le dice que se quede en casa ante la posibilidad de que se haya enfermado de gripe.
Como puede verse lo que atemoriza a Marta no es la situación, sino su interpretación de la situación y sus consecuencias.
Conviene diferenciar tres conceptos que suelen tratarse por error, como sinónimos: estrés, ansiedad y angustia:
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ESTRES |
ANSIEDAD |
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El estrés es la respuesta fisiológica que produce un organismo como intento de adaptación a una situación de demanda (agente estresor). Esta es una respuesta inespecífica, de manera tal que sea cual fuere la causa, la reacción es la misma. El estrés no se considera una emoción en sí mismo, sino que es el agente generador de las emociones. |
La ansiedad es un conjunto de cogniciones, comportamientos, reacciones fisiológicas y experiencias emocionales que presenta el hombre ante situaciones de conflicto, o sea, en situaciones donde hay más de una alternativa potencialmente correcta. En estos casos, el hombre enfrenta el miedo con racionalidad y actúa a pesar de él, pero adaptándose con ansiedad que, cuando es excesiva e incontrolable, deviene un |
Te propongo pensar la ansiedad como una alarma, toda alarma indica algo aunque todavía no hayamos identificado que. Puede ser como te decía antes que tengas un presentimiento, pero el fenómeno de la ansiedad aunque te parezca raro no es solo un padecimiento individual, como sí lo puede ser el estrés.
Trabaje con una familia que tenía la impresión permanente de que algo malo iba a pasar, en la familia se repetía la frase “siempre pasa algo, nunca podemos estar tranquilos”, en este caso la ansiedad se presenta como un fenómeno compartido, siempre alguien la tiene y otros no, y el sistema se equilibra, la reacción de huida se representa saliendo de la casa, los miembros de la familia evitan estar en la casa lo cual genera nuevas preocupaciones el sistema se retroalimenta, creando un círculo vicioso en el que cada tanto alguien tiene una crisis de ansiedad.
La ansiedad puede producirse en un grupo, depende entonces de que rol tengo en el funcionamiento del grupo y otros factores como la estructura familiar, la dependencia emocional, el ciclo vital y la individuación. Entender la ansiedad como alarma del cuerpo creo que ha ayudado mucho a mis pacientes.
Cuando aparece la alarma en vez de correr, propongo escuchar, ¿Qué quiere decir esta alarma esta vez?, este camino habré tres vías, ¿Qué puedo hacer para que la alarma suene menos fuerte? Puedo estar atenta/o a los primeros indicios, puedo reconocer que es solo una alarma y tener más paciencia con lo que me está pasando. Puedo evitar temporalmente las situaciones que la activan hasta encontrar mejores formas de tratarla.
Muchas puertas se abren y todas son mejores que el dolor y la desesperación que produce quedar atrapados en el círculo de la ansiedad. Es verdad que no basta como pensar que es una alarma, hay que creerlo y, para ello, tenemos muchas técnicas que pueden ayudarte a que de a poco puedas vivir más libre y serena.
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