La soledad es la sombra que sale de la gente inteligente. Antes no entendía la soledad y me daba pena sentirla, pero ya la entiendo. Ahora es mi amiga, nos llevamos muy bien. Pero mi soledad me la he impuesto yo misma, el problema llega cuando la soledad te la imponen otras personas.
Cuando yo era pequeña sólo me hacían reír los cuentos, los muñecos y las marionetas, que entonces se llamaban «curritos». Esas historias y esos muñecajos eran lo mas importante para mi. Hacían que me sintiera menos sola. Quiero hacer reír a los niños por eso mismo, porque sé que la risa ayuda a que se sientan mejor cuando están solos.
Me dan pena los parados, pero más pena me dan los que no no paran, los que huyen de la soledad, a esos les pediría que probasen de vez en cuando, que escucharan la música del silencio y que se hicieran amigos de si mismos.
«Libro de Gloria Fuertes para niñas y niños».