Te propongo una reflexión para pensar la psicopatología, te sugiero darle una vuelta a esto:
«No se trata de saber qué enfermedad tiene la persona, sino más bien, de conocer qué persona tiene la enfermedad».
¿Pero se puede ir más allá? Podemos pensar qué modalidad vincular nos propone la persona, para qué, qué tipo de vínculos predominan, qué efectos produce.
¿Sabemos identificar modalidades vinculares?, ¿Sabemos ACTUAR en las diferentes escenas que nos propone?
Frente al sufrimiento, el vínculo pierde flexibilidad y espontaneidad y puede ser tan rígido y defensivo como un delirio. El delirio es la mejor expresión del modelo vincular predominante. El vínculo es el puente que se nos tiende para poder acompañar al otro, éste puede ser un puente sólido de hierro o un puente movedizo de cuerdas que bailan sobre el abismo.
¿Te atreves a cruzarlo?