El acompañamiento terapéutico y el teatro espontáneo hablan el mismo lenguaje, el de la acción. Hablamos caminando, nos movemos, representamos diferentes papeles según las escenas internas de nuestros pacientes, aprendemos a actuar espontáneamente, con una espontaneidad trabajada por la experiencia, la técnica se mezcla con el acto y no contempla un saber externo o superior a la relación con el otro, es lo que permite al terapeuta seguir fluyendo en la escena. Respetar al protagonista de los sueños, sin imponer, esperando, sosteniendo.
Es acción, sujeta a una técnica que tiende puentes y abre puertas y no “LA TECNICA” con mayúsculas que impone al deseo del sujeto el interés mercantil de la gestión, el interés económico del estado, el interés alienante de la comunidad. Leer más